Las Cortes Generales (nombre con el que se conoce al parlamento en España) se rigen por el título III de la Constitución (y el Título V para sus relaciones con el Gobierno). Es un sistema bicameral asimétrico, con dos formas distintas de elección. La Cámara Baja es el Congreso de los Diputados, mientras que la alta es el Senado.
La básica de un parlamento, su razón de ser: dictar las normas máximas de cumplimiento general. También se incluye en este apartado la reforma de la Constitución y la convalidación de los Reales Decretos-ley y la delegación de competencias al gobierno para que realice normas con rango de ley (los Reales Decretos Legislativos) y su control. Cada cámara, además, aprueba su propio Reglamento. Las Cortes Generales, además, intervienen en la ratificación de los tratados Internacionales (normas de obligado cumplimiento una vez que se ratifican); en este punto hay una serie de excepciones, pero quedémosnos con la necesidad de pasar por Las Cortes para los principales instrumentos internacionales (art. 94.1 de la Constitución).
Dentro del control del gobierno encontramos distintas formas, que van desde la elección y posible remoción del Gobierno (investidura y censura) hasta la mera pregunta sobre un tema.