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Alianza Popular Revolucionaria Americana
La Alianza Popular Revolucionaria Americana (normalmente conocido por sus siglas, APRA, o por su nombre peruano, Partido Aprista Peruano) es un partido político del Perú de contradictoria historia, con fuerte arraigo popular en ciertas zonas del Perú (sobre todo el norte costeño) y que ha pasado de haber sido parte (al menos observador) de la Internacional Comunista a la Internacional Socialista, aunque su ideario esté realmente muy a la derecha incluso del partido socialdemócrata más conservadora y no respeta algunos de los puntos clave del ideario de la IS.
Historia
El aprismo en general, como “ideología” y movimiento continental, surge de la pluma del peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, allá en 1924 (curiosamente, años antes de que fueran publicados los puntos centrales del APRA), en un acto donde Víctor Raúl entregó una bandera indoamericana a la Federación de Estudiantes de México. Dos años más tarde, en 1926, Haya de la Torre publicó en la revista inglesa The Labour Monthly un artículo clave, titulado “What's the A.P.R.A.?”1). En esa obra Haya de la Torre marcó los cinco pilares del aprismo, movimiento que pretendía formar un Frente Único Indoamericano contra el imperialismo (¡quién lo viera y quién lo ve!).
La primera organización aprista no fue fundada en Perú ni mucho menos, se creó, en 1927, en París, promovida por Haya de la Torre. Recién en 1930 se fundó el Partido Aprista Peruano (PAP), hoy prácticamente el único partido que forma parte de su propio movimiento político, y que ha abandonado, en gran medida, todo su ideario anti imperialista2). Se supone que el aprismo vivió un momento internacionalista importante en sus inicios, pero hoy en día queda limitado su actuar a Perú (y donde haya peruanos apristas).
Ideología
Revisionismo
El APRA siempre ha tenido la capacidad de revisarse a sí mismo, pero sin dar mayores explicaciones de fondo. Incluso el actual presidente del Perú, Alan García Pérez, escribió hace no mucho un libro justificando la revisión del ideario aprista justificando sus actos actuales en declaraciones y demás de Víctor Raúl Haya de la Torre, esto es, hizo un “en realidad nuestro ideólogo quiso decir…”, tergiversando de forma clara el ideario cambiante del fundador del Partido.
En vez de realizar un profundo debate interno (como hizo, por ejemplo, el PSOE) para justificar su revisionismo, lo que en el APRA se hace (ahora y siempre) es manipular su propio ideario (por parte de la cúpula del partido, las bases no pintan nada, y eso que son de las más amplias en Perú) y para poder decir, sin avergonzarse siquiera, “nosotros no hemos cambiado nunca, seguimos defendiendo las mismas ideas de siempre”.
Sobre el libro de Alan para realizar un revisionismo tergiversando a su fundador y así justificar el viraje total y definitivo a la derecha de un partido que se consideró a sí mismo como revolucionario, les recomiendo leer: "La Revolución Constructiva del aprismo", el revisionismo de Alan, escrito por mí en De Igual a Igual.
Críticas
Desde la izquierda siempre se ha criticado profundamente al APRA, se le ha visto como un intruso, un lobo vestido de oveja, un falso camarada si se quiere, un partido pequeñoburgués que buscaba entre los estudiantes militantes para que hicieran el trabajo sucio de unos sujetos que tendían a traicionar a sus bases y sus ideas por un poco de poder (lo triste es que no son sospechas, es el día a día del APRA, es su historia).
La primera gran crítica profunda al APRA surge al poco de ser publicado el artículo fundacional de la ideología de Haya de la Torre, Julio Antonio Mella vertió en su obra “¿Qué es el ARPA? La lucha revolucionaria contra el imperialismo” (México 1928), por ejemplo, las siguientes críticas:
«Los maestros en el arte del “camouflage” son los “arpistas”. Pero no solamente engañan al enemigo, sino a ellos mismos» (página 17).
«Tal cosa pretende en realidad el “Frente Único” del “ARPA” al no hablarnos concretamente del papel del proletariado y al presentarnos un frente único en favor de la burguesía, traidora clásica de todos los movimientos nacionales de verdadera emancipación. (…) Las traiciones de las burguesías y pequeñas burguesías nacionales tienen una causa que ya todo el proletariado comprende. Ellas no luchan contra el imperialismo extranjero para abolir la propiedad privada, sino para defender su propiedad frente al robo que de ellas pretenden hacer los imperialistas.» (páginas 23 y 24).
Humor
El niño aprista. Una historia de la vida real es una tira atemporal que voy haciendo de cuando en cuando, acá los números publicados:
- Carátula y primera página (formato antiguo);